Jesús es el centro de todo lo que hacemos y creemos.
Damos gracia a la ciudad porque hemos recibido un regalo inmerecido por el sacrificio de Jesús. (Mateo 10:8) No se admiten personas perfectas. (Filipenses 3:12-13)
Reflejamos el reino de los cielos en el justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo a través de todo lo que hacemos en nuestra comunidad y familia. (Romanos 14:17)
Una iglesia que trata a todos como familia. (Galatas 6:10)
Buscamos que el Espíritu Santo nos dirija y nos use mutuamente al crecimiento a la estatura de Cristo. (Efesios 4:13)